Llegamos al inevitable final de la segunda temporada. En lo que ha sido una larga y dura batalla de ajedrez por parte de Frank para posicionarse, finalmente está a un par de movimientos de un jaque mate. El presidente sufre una acusación constitucional, ha perdido todos sus aliados dentro de la administración y ambas cámaras del congreso se han vuelto

La administración de Walker se derrumba. Las confianzas se quiebran, la aprobación de la gente decae y la fiscal especial Heather Dunbar está a punto de descubrir todas las maniobras sucias que han pasado en la administración del Presidente Walker. Frank inicio este caos, y ha logrado salir ileso, ahora llego el momento de que juegue su mano.

Las cosas están deteriorando rápidamente. Frank y la administración de la casa blanca están sujetos a una investigación judicial a gran escala. Francis inició el caos, ¿Podrá controlarlo?

                 Se acerca el final, quedan pocos capítulos y la guerra entre Tusk y Underwood está al rojo vivo. La crisis política se acrecienta y ya empieza el olor a sangre.

¡Como hacía falta un episodio así! Después del capítulo anterior donde Tusk abrió la guerra mediática con los Underwoods, comienzan las consecuencias y la defensa de Frank y Claire. Después del salto sigue la reseña.

Las tensiones entre Raymond y Frank finalmente llegarán a un punto crítico. La relación está irreversiblemente quebrada y en este capítulo eso se ve reflejado. Más después del salto.

Las elecciones que marcan la mitad del mandato del Presidente Walker se acercan y el partido demócrata está en graves problemas, alguien está metiendo grandes cantidades de dinero a la campaña de la oposición y los está apabullando. Todo indica que sería Tusk, mediante un casino propiedad de Daniel Lanigan ¿Cómo responderán Frank y compañía?

House of Cards continúa su marcha en esta segunda temporada. Aquí haría referencia a alguna trama pendiente pero por ahora todo sigue igual, con Frank metido en una pelea política por aislar a Tusk y de alguna manera acercarse al presidente. ¡Adelante!